As Central America Aid Resumes, the U.S.’s Return of Refugees and Immigrants May Undermine Impact

April 29, 2020

Washington, DC – Kids in Need of Defense (KIND) today urged the U.S. State Department to ensure that the resumption of much-needed U.S. foreign assistance to Central America after more than a year-long delay provides vital support to address the root causes of migration.

But KIND cautioned that the Trump Administration’s continued deportation from the United States and expulsion from the border of immigrant and refugee children and families could undermine the funding’s impact by contributing to the spread of COVID-19 in Central America.   The Center for Economic and Policy Research has reported that there were likely 232 ICE Air deportation flights to Latin America and the Caribbean between February 3 and April 24.

Reports from Central America make clear that the region’s public health systems are ill-equipped to handle the pandemic, which could lead to a massive public health crisis and result in a new wave of increased migration to the United States in the future.

“U.S. funding to address the root causes of migration from Central America is vital to this region,” said KIND President Wendy Young. “Historically there has been bipartisan support for humanitarian aid that addresses the root causes of migration, including violence, poverty, and impunity. It’s essential that no more time is wasted, and the full package of aid resumes immediately so that programs to promote economic opportunities, prevent gang- and gender-based violence and trafficking, and improve local governance and accountability can resume their important work.

“It’s baffling that as the Administration moves to release these funds after a prolonged delay, it is simultaneously undermining this investment by expelling and deporting migrants during the COVID-19 crisis, including some who have contracted the virus. We are putting Central American communities at risk and giving children and families there no option but to flee for safety,” Young concluded.

The Guatemalan government has reported that dozens of recent deportees from the United States have tested positive for COVID-19.

Secretary of State Mike Pompeo’s insistence that the aid be contingent upon the Northern Triangle countries agreeing to unlawful “asylum cooperative agreements” that prevent asylum seekers from seeking protection in the United States and ensure that those who try are returned without due process compounds the dangers to this vulnerable population.

“U.S. foreign assistance should not be used as leverage to deny people their right to seek safety or allow the U.S. to avoid its legal obligations to fairly consider asylum claims,” said Young. “And now is a particularly dangerous time to be preventing asylum seekers from accessing protection.”

The Northern Triangle countries of Central America continue to experience pervasive violence by transnational gangs and other organized criminal groups. Staggering homicide rates, coupled with widespread assault, kidnapping, extortion, gender-based violence, and other forms of harm that governments in the region cannot control, force many individuals and families in the region to flee their homes and communities.

U.S. funding should support long-term programs to address violence, including widespread gender-based violence and violence prevention programming; support services and safe shelters for survivors of violence; training of law enforcement, judges, and prosecutors on trauma and gender-based violence; and improve the oversight of child protection systems and agencies investigating violence and crime.  These long-term investments remain critical even as emergency funding is provided to address the immediate impacts of COVID-19.

“In the context of a global health emergency, U.S. foreign assistance to Central America is more important than ever,” concluded Young. “While COVID-19 is a global crisis, the health and economic impact of the pandemic will undoubtedly exacerbate the existing root causes that lead children to migrate. The U.S. must focus on addressing those root causes, not exporting more.”

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Media Contact: Megan McKenna, mmckenna@supportkind.org, 202-631-9990

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Al Recomenzar La Ayuda a Centro America, el Impacto del Retorno de Refugiados e Inmigrantes Puede Perjudicar Su Impacto

Washington, DC – Kids in Need of Defense (KIND) hoy le insto al Departamento de Estado de asegurarse que la reanudación de ayuda por parte de los Estados Unidos a Centroamérica después de una demora de mas de un año, garantice apoyo para abordar las causas fundamentales de migración.

Pero KIND advirtió que las continuas deportaciones por parte de la administración Trump desde los Estados Unidos y la expulsión desde la frontera de menores y familias inmigrantes y refugiados puede perjudicar el impacto de los fondos al contribuir a la propagación de COVID-19 en Centroamérica. El Center for Economic and Policy Research reporto que probablemente hubo 232 vuelos de deportación de ICE a Latinoamérica y el Caribe entre el 3 de febrero y el 24 de abril.

Reportes desde Centroamérica hacen claro que el sistema publico de salud en la región no está lo suficiente equipado para manejar la pandemia, lo cual podría causar una crisis masiva de salud publica y resultar en una nueva ola de migración hacia los Estados Unidos en el futuro.

“Fondos americanos para abordar las causas fundamentales de migración desde Centroamérica es vital para esta región,” dijo la presidenta de KIND, Wendy Young. “Históricamente ha habido apoyo bipartidista para ayuda humanitaria que aborda las causas fundamentales de migración, incluyendo en los temas de violencia, pobreza, e impunidad. Es esencial que no haya más pérdida de tiempo y que el paquete completo de ayuda resuma inmediatamente para que los programas que promueven oportunidades económicas, la prevención de violencia entre pandillas y de violencia y tráfico, y el mejoramiento de gobernanza y responsabilidades, puedan resumir su importante trabajo.

“Es desconcertante que a la medida de que la Administración se mueva para soltar estos fondos después de una demora prologada, este simultáneamente debilitando esta inversión al expulsar y deportar migrantes durante la crisis de COVID-19, incluyendo algunos que han contraído el virus. Estamos poniendo a las comunidades Centroamericanas en riesgo y dándoles a menores y familias allá sin otra opción menos de huir hacia su seguridad,” concluyo Young.

El gobierno guatemalteco has reportado que decenas de deportados recién llegados al país desde los Estados Unidos han dado positivo al COVID-19.

La insistencia del Secretario de Estado Mike Pompeo de que la ayuda dependa de que los países del Triangulo Norte estén de acuerdo con acuerdos ilegales de “cooperación de asilo” que prevengan que solicitantes de asilo pidan asilo y asegure que los que intenten sean retornados sin un proceso legal justo, aumenta los peligros a esta población vulnerable.

“Asistencia internacional americana no debe ser usada como apalancamiento para negarle a personas sus derechos de buscar seguridad o permitir que los Estados Unidos evada sus obligaciones legales para considerar de manera justa solicitudes de asilo,” dijo Young. “Y ahora es un momento particularmente peligroso de negar a solicitantes de asilo su acceso a protección.”

Los países del Triangulo Norte de Centroamérica continúan pasando por violencia por parte de pandillas transnacionales y otros grupos de crimen organizados. Asombrantes tasas de homicidio, acompañados por amplios ataques, secuestros, extorción, violencia de género, y otras formas de daño que gobiernos en la región no pueden controlar, obligan a muchos individuos y sus familias a huir de sus hogares y comunidades.

Fondos americanos deberían apoyar programas a largo plazo para abordar temas de violencia, incluyendo programas que manejen temas de violencia de género y prevención, apoyo a servicios y albergues para sobrevivientes de violencia, entrenamiento de fuerzas públicas, jueces, y fiscales especializados en temas de trauma y violencia de género, y en el mejoramiento de la supervisión de sistemas de protección de menores y agencias investigando violencia y crimen. Estas inversiones a largo plazo se mantienen críticos a pesar de que fondos de emergencia son proporcionados para abordar el impacto inmediato de COVID-19.

“En el contexto de una emergencia de salud global, asistencia internacional americana a Centroamérica es mas importante que nunca,” concluyo Young. “Mientras que COVID-19 es una crisis global, el impacto de salud y económico de la pandemia indudablemente empeoraría las causes fundamentales existentes que obligarían a menores a migrar. Los Estados Unidos debería enfocarse en abordar estas causas fundamentales, no exportarlos.”

Para mas información, contacte a Megan McKenna, mmckenna@supportkind.org.

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