Me encanta el hecho de poder trabajar cada día con gente que quiere hacer el bien en el mundo. Sé que, incluso en los días más oscuros, tendré un motivo para sonreír y bromear gracias a la camaradería y a la naturaleza intrínsecamente buena de las personas que me rodean. También espero tener la oportunidad de trabajar en cuestiones jurídicas difíciles, ya que las políticas de inmigración siguen cambiando con el tiempo. Nuestro trabajo no es fácil, por lo que contar con el entorno adecuado es crucial. Estoy muy agradecida de poder trabajar con mis colegas de KIND. Ellos son realmente la principal razón por la que me he quedado todo este tiempo.