Despertar ligeramente más temprano de lo acostumbrado, ejercitar un poco los brazos para trasladar la mesa plegable de KIND que está en la Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado (COMAR) y de último minuto mover el stand unos cuantos metros del lugar originalmente asignado, son sólo unas cuantas referencias locales que intentan dar muestra de la preparación para el arranque de las actividades del Día Internacional de la Niña, que se llevó a cabo el pasado 11 de octubre en el centro comunitario (CEDECO) de Tapachula, Chiapas.
Como en otros eventos, el equipo de KIND Tapachula estuvo al pie del cañón desde primera hora, montando el stand y preparando el espacio, mientras hacían lo propio las otras organizaciones tanto locales como internacionales, albergues, instancias gubernamentales y agencias que trabajan en esta región de la Frontera Sur de México, que se dieron cita en el evento, tales como: Coalition for Humane Inmigrant Rights (CHIRLA), Save the Children, Servicio Jesuita para Refugiados (SJR), Plan Internacional, Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova, ACNUR, OIM, Scalabrinianas Misión con Migrantes y Refugiados (SMR), La Jugarreta, Leyendo y Pedaleando, Iniciativas para el Desarrollo Humano (IDEHU), Proyecto Faro, Estancia Educativa Temporal para Niñas y Niños en Movilidad (NNIMO), Instituto Nacional de Salud Pública, y el Albergue Hospitalidad y Solidaridad.
Aunque el inicio de las actividades estaba programado para las 10 de la mañana, las personas comenzaron a llegar desde varios minutos antes y niñas y niños no tardaron en acercarse con curiosidad a nuestro stand, para saber qué teníamos preparado. En punto de la hora de arranque comenzamos a invitarles a participar en las dos actividades que diseñamos para este día: Memorama y Lotería de Derechos de Niña, Niños y Adolescentes.
Rápidamente se llenaron los lugares para jugar y desde entonces no paramos. Con carácter espontáneo y diversidad que les caracteriza, niñas, niños y adolescentes gritaban “¡Bingo!”, otros “¡Lotería!” y algunos simplemente “¡Ya!”, levantando la mano una vez que habían completado su plantilla, marcando los derechos que uno de nosotros había gritado previamente dependiendo de la tarjeta que saliera del mazo.
Después de que participaban en los juegos y aprendían sobre sus derechos, era el turno de girar la ruleta para que, según el derecho que la flecha marcara, dieran un ejemplo cotidiano del mismo. Al responder podrían elegir entre un cilindro de agua, un libro para colorear mandalas o una pelota antiestrés para llevarse como regalo, además de un jugo natural para refrescarse.
El ambiente fue festivo de inicio a fin, las interacciones entre las y los participantes divertidas, sus rostros denotaban emociones y asombro al estar jugando y reconociendo cuáles y cómo son los derechos que tienen, felices de participar y pasar un buen rato. En total fueron poco más de 80 niños, niñas y adolescente que se divirtieron y aprendieron sobre sus derechos con KIND, provenientes de diferentes países, entre ellos: Venezuela, Colombia, Honduras, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Ecuador, Cuba y Panamá.
Todo esto hizo que las situaciones que se narran al inicio de esta reseña valieran totalmente la pena y el equipo de KIND Tapachula se retirara hacia el mediodía, con una sonrisa de satisfacción por haberlo disfrutado.