Conversación con Asociación Pop No’j, Socio de KIND en Guatemala
Para reconocer el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en este blog hablamos con Feliciana Ortiz y Blanca Miculax del Programa de Mujeres de Asociación Pop No’j, uno de los socios de KIND en los programas de Reintegración y Genero & Migración, sobre su trabajo para promover la igualdad de género y prevenir la violencia de genero contra niñas, niños y adolescentes en Guatemala.
¿Nos pueden contar un poco sobre el trabajo de Pop No’j?
Pop No’j, en el idioma Maya K’iche´ significa “Tejiendo ideas, conocimientos y sabidurías.” Asociación Pop No’j es una organización guatemalteca que trabaja con un enfoque desde y con los Pueblos Indígenas, reafirmando la identidad y revalorizando la cultura propia del Pueblo Maya. Acompañamos a niñas, niños, adolescentes, mujeres, hombres, para el Buen Vivir. Tenemos cuatro programas principales: Mujeres, Juventud, Migración, y Defensa de la Madre Tierra y el Territorio. La organización trabaja principalmente en el Departamento de Huehuetenango, en el noroeste de Guatemala.
Ustedes acaban de terminar con el proceso formación de maestra/os en prevención de violencia de genero del año 2024. ¿Nos pueden contar sobre el proceso?
Iniciamos nuestro trabajo con docentes en 2018. Nuestro objetivo es la prevención de la violencia de género—y específicamente el abuso sexual infantil—contra niñas, niños y adolescentes. También trabajamos para promover la igualdad de género, desde un enfoque basado en la Cultura Maya.
Nuestro objetivo es sensibilizar a actores claves sobre el abuso sexual infantil y darles herramientas para prevenir el abuso y apoyar a niñas, niños y adolescentes sobrevivientes. Realizamos una serie de capacitaciones con docentes y autoridades comunitarios donde aprenden sobre temas de género y derechos, prevención de violencia de género, derechos en la migración y masculinidades anti patriarcales. También realizamos un encuentro con todas las y los participantes sobre el tema de la protección de la niñez en los contextos en que trabajan.
Además de capacitar a docentes de seis escuelas, hicimos seguimiento con docentes de tres escuelas adicionales que habían completado el proceso en años anteriores. El seguimiento es fundamental para que no sea una capacitación aislada, una sola vez, sino que sea algo que puedan aplicar en su trabajo y compartir con sus colegas.
Trabajamos con población indígena, y los procesos son desarrollados desde el idioma local, en este caso el idioma Maya Mam, para que se comprendan mejor el tema. Abordamos los temas desde la Cosmovisión Maya, reconociendo la cultura y los conocimientos de las comunidades como una base para construir relaciones de igualdad entre hombres y mujeres.
Ustedes trabajan principalmente con docentes y autoridades comunitarias. ¿Cómo es que los mensajes llegan a las niñas y los niños?
En los talleres, las y los docentes aprenden estrategias para compartir lo que han aprendido con sus estudiantes. Aprenden como hablar con sus estudiantes sobre temas como la igualdad de género y también sus derechos y como buscar ayuda. Los docentes hacen réplicas donde realizan las actividades con sus estudiantes y acompañamos para observar y apoyar. Vemos no solo si incluyen los temas, pero como lo hacen, si lo hacen de forma lúdica, con juegos, canciones y materiales visuales.
La estrategia de replicar es importante porque no podemos llegar a toda la población con quienes queremos trabajar. Las niñas y los niños viven en comunidades muy alejadas donde la información no llega y, si formamos a un docente, la información puede llegar a muchos estudiantes. También formamos a mujeres promotoras que comparten la información con sus familias y comunidades.
¿Por qué han decidido abordar el tema del abuso sexual infantil?
Huehuetenango es uno de los departamentos con más embarazos a temprana edad. No hay datos confiables sobre el abuso sexual, pero sabemos que muchos embarazos en niñas son resultado de abuso. De hecho, según la ley en Guatemala, cualquier relación sexual con una niña menor de 14 años es considerada una violación. Hemos observado que es importante abordar el tema de la prevención porque es un tabú que no se habla mucho en las comunidades donde trabajamos. Tenemos que cuidar en como lo abordamos, especialmente con los padres y madres. También hay muchos adolescentes que se juntan a temprana edad, aunque aún no tienen la capacidad de asumir las responsabilidades de ser madre o padre. Por eso es importante abordarlo desde pequeños.
Con los maestros aún es importante sensibilizarlos, pues han crecido en hogares machistas y muchos han sido maltratados. Están viendo la manera de cambiar sus perspectivas.
¿Cuáles desafíos han enfrentado en implementar el programa?
Tenemos varios desafíos. Es necesario realizar mucha coordinación estratégica y política para poder realizar el programa de formación de docentes, para conseguir permisos de varios niveles. Es un proceso continuo y lleva mucho tiempo y recursos.
Otro desafío es la participación de los padres de familia. Por lo general los hombres no asistan a las actividades. Se piensa como algo para mujeres. Los hombres dicen que no tienen tiempo y mandan a sus esposas o, en el caso de las autoridades locales, a las mujeres con quienes trabajan. Seguimos trabajando para que los hombres participen. Cuando hacemos una convocatoria, nos comunicamos directamente con las personas.
Ustedes tienen varios años de implementar este proceso de formación de docentes. ¿Cuáles son los cambios más importantes que han observado?
Iniciamos el trabajo con docentes en 2018 y hemos visto cambios significativos. Hay una escuela especifica que ha venido participando desde el primer año. Los maestros aplican lo que aprendieron en la escuela y motivan a sus colegas. Se nota también en la actitud de los docentes. Durante los procesos de formación, expresan que ha sido interesante para ellos porque esos temas no se abordan en las escuelas. Vemos este impacto en ellos, han sido bastante activos y participativos. Esto nos motiva a seguir realizando los procesos.
¿Cómo han trabajado con KIND en este programa?
Tenemos encuentros anuales de organizaciones que han sido bastante interesantes; aprendemos otras estrategias de otras organizaciones de Guatemala y Honduras; tal vez no todas no funcionan en nuestro contexto, pero podemos tomar ideas.
También tenemos la nueva Guía Curricular de Género y Migración, que está bastante completa. Todas las organizaciones contribuyeron actividades y en la guía podemos ver y aprender del trabajo de todas las organizaciones. Se va a implementar en el próximo año y es un instrumento útil.
¿Cuáles son sus planes para el futuro del programa?
Quisiéramos abarcar varios espacios, hay mucha demanda. Vemos mucha necesidad de sensibilizar no solo a docentes, madres, padres, para promover el Buen Vivir que buscamos. Queremos llegar a otros municipios donde hay docentes y madres/padres de familia que han dicho que quieren formar parte del proceso. Están conscientes de que el abuso sexual existe en las comunidades y también la desigualdad de género, es una brecha grande que es necesario trabajarlo.
Es importante no solo expandir a nuevas áreas geográficas sino también hace seguimiento y seguir acompañando a los maestros. No es un trabajo de solo un año, no es solo decir “si recibimos un taller” sino que buscamos que puedan cambiar sus actitudes y seguir trabajando en sus escuelas y comunidades.
Para este año, enfocamos mucho nuestro trabajo en el tema migratorio, abordando temas de prevención y protección de la niñez en contextos de movilidad humana. La mayoría de las niñas y los niños tienen su mamá, su papá, se abuelo que ha migrado, y uno de sus sueños es migrar también. De allí la importancia de seguir abordando el tema de la migración con enfoque de género para que sean informados de los riesgos y también los derechos que tenemos.